Cada vez se demandan más productos ecológicos y su packaging también puede ser verde. Todo suma a la hora de vender nuestros productos y por eso la industria del packaging avanza hacia una era sostenible y ecológica.

El packaging, no nos engañemos, es un elemento imprescindible a la hora de comunicar los beneficios del producto, incluso la ausencia de packaging cuando se da el caso.

Existe un factor de peso del que no somos conscientes en la comunicación que transmite el envase en el que viene el producto que vemos en las tiendas. Se trata de la comunicación no verbal, la que entra por los ojos, el tacto, el olfato y hasta el oído. Y esta, es la primera que recibe el consumidor y es a la que vamos a dedicar nuestra publicación de hoy.

1. ¿Qué es el packaging?

Se conoce como packaging a la técnica por la cual un producto se protege para su almacenaje, distribución o venta. 

La función principal de un envase es la de preservar, contener, transportar, informar, expresar, impactar y proteger el producto. Desde el punto de vista de la comunicación es una oportunidad única para establecer una relación con el cliente, captar su atención y así vender el producto, como ya te hemos comentado antes.

En resumen podemos establecer tres objetivos: proteger, vender e informar.

1.1 Proteger: para su almacenaje distribución o venta. Los productos cuya logística implique cambios de clima, transporte o que por su fragilidad necesitan una protección.

1.2 Vender: Es la ventaja principal de comunicación hacia el consumidor. La presentación es fundamental en el éxito o fracaso de ese producto. Ya hemos hablado de la comunicación no verbal, pero también la verbal puede ser decisiva para la venta.

1.3 Informar: aportar información legal y necesaria del producto. El consumidor tiene más información que hace años y empieza a leer las etiquetas porque sabe lo que quiere y lo que no. 

Bandeja de cartón con cafés en envase reciclable

2. El diseño industrial y el diseño gráfico en el packaging

Tanto el diseño industrial como el gráfico serán imprescindibles para la construcción del packaging. A través del diseño industrial, se desarrollará la estructura del envase partiendo siempre de la base de las necesidades que el producto solicite, como qué tipo de envasado se llevará a cabo, cuáles son las medidas de peso y densidad, qué nivel de fragilidad condiciona… 

Con el diseño gráfico lo que se consiguirá es despertar la emoción a través de un diseño funcional elaborado previamente por el equipo de diseño industrial. En caso de disponer la marca de un manual corporativo, no será otra cosa que aplicar todos los estilos y pautas que se concretaron entonces, como sería la paleta de colores, estilos tipográficos, aplicación del logotipo…es decir, todo aquello que tenga que ver con el lenguaje visual y la comunicación de marca. 

caja de tallarines
Caja de metal de puros

Por todo esto, podemos llegar a la conclusión de que el diseño gráfico en el packaging tiene diferentes funciones en contraposición al diseño industrial en el packaging y serían las siguientes: 

 

2.1- Diseño de identidad. Marca, logotipo de la compañía y otros elementos distintivos como puede ser el color corporativo, el estilo gráfico utilizado por la empresa, etc.

2.2. Diseño emocional. Los colores y las formas también tienen la función de atraer la atención del cliente, para lo que hay que desarrollarlos atendiendo a criterios de marketing.

2.3. Diseño de la información a contener. El envase refleja gran cantidad de información sobre su contenido, ingredientes, origen, utilidad, instrucciones de uso, etc.

El fin último del packaging es que tiene que ser funcional, original, coherente, innovador y creativo.

3. El origen del packaging

Los envases han tenido diferentes funciones en la historia según ha ido evolucionando la sociedad, reflejando los gustos y las necesidades de cada época. 

En un primer momento, servían para contener bienes necesarios para sobrevivir, como eran el agua y los alimentos. En el paleolítico, el hombre empezó a usar pieles y vejigas para almacenar la comida y el agua. 

Posteriormente, se utilizaron los canastos y más adelante, como sucedía en Grecia y Roma, se comercializaron las ánforas de arcilla para transportar el vino. Estas ánforas serían el equivalente actual de las cajas de cartón.

Hemos tenido que esperar hasta el siglo XIX para poder hablar del primer marketing asociado al packaging. Fue en 1885 cuando a William Lever se le ocurrió diseñar una marca y un packaging para su jabón: los jabones Sunlight. Con un envase y una marca revolucionó el branding y lo diferenció de la competencia, siendo el mismo producto que el resto. Años después se convertirían en la marca Unilever donde abarcaron y abarcan una gran gama de productos.

Ánforas romanas
jabón Sunlight de Unilever

4. El envase también puede ser verde

Envase de frutos secos
Envoltorio de papel color marrón

Ya hemos dicho que el packaging responde a las modas y necesidades del momento. Actualmente se tiende a diseñar envases con materiales ecológicos, reutilizables y biodegradables para minimizar su impacto en el planeta. 

El packaging verde cumple tres premisas: es seguro, saludable y reutilizable. Se tiende a evitar usar sustancias nocivas en su fabricación. Las fibras deben provenir de bosques sostenibles, o bien utilizar fibras recicladas promoviendo así la disminución de las emisiones de CO2.

Pero también hay que tener en cuenta factores económicos y sociales como por ejemplo, cuánto me va a costar fabricarlo y cuál será su precio final para que sea competitivo respecto al packaging de un solo uso. 

Las grandes compañías han comenzado con esta vía verde de la sostenibilidad como es el caso del sector de la industria de la alimentación, que es pionera en el packaging reutilizable. Este packaging verde está basado en la llamada economía circular, creando ciclos de reutilización de productos y envases.

Debido a la pandemia del Covid19, se ha generalizado el packaging “Grab and go”, un diseño que facilite llegar, recoger y salir.  El consumidor quiere tardar lo menos posible en adquirir el producto por el riesgo a la infección, así es que el diseño del producto evoluciona hacia la sencillez y a la toma de decisiones rápidas. Para ello se utilizan tipografías de lectura fácil, códigos QR, etiquetado sencillo y uso de colores que captan rápidamente la atención. 

El futuro del packaging tiene la vista puesta en el 2030, año en el que la Unión Europea ha estipulado una serie de objetivos de sostenibilidad donde los envases se fabricarán como piezas monomateriales reutilizables.

Bolsa de tela con naranjas

5. Tendencias de diseño de packaging

La moda también llega a los packagings, por eso nos parece interesante echar un vistazo a qué es lo que más se está llevando en los estuches y envoltorios de los productos. Siempre es interesante conocer las novedades y tendencias del mercado, sobre todo si estás pensando en desarrollar un proyecto de tus productos. Toma nota:

5.1 La flexibilidad

Esta tendencia se refiere a la capacidad del envase a adaptarse al producto contenido. Es fundamental no solo para facilitar el transporte y el almacenaje, sino también para que su manipulación en origen y destino sea sencilla. Esta manera de fabricar el envase es más frecuente en la industria alimentaria y química. Uno de los requisitos más valorados de esta flexibilidad suele ser el famoso «abre fácil», que minimiza esfuerzo y ahorra tiempo y cada vez está más extendido.

 

5.2 La personalización 

Actualmente el consumidor ya no es fiel a una misma marca, busca satisfacer sus necesidades personales. La competencia es enorme pero la clave está en diferenciarse, ofrecer un producto personalizado porque el consumidor quiere sentirse destacado, diferente, observado. El packaging debe destacar los valores de la marca para mejorar la imagen que perciben los clientes y usarlos para que poner el foco en su personalización. 

 

5.3 Storytelling

Para reforzar la personalización y la venta del producto una técnica muy interesante es aplicar el storytelling o el arte de contar historias. Así podemos comunicar las emociones y deseos que atraen al consumidor hacia la marca y logran la fidelización a largo plazo. Siendo el packaging el primer elemento con el que el consumidor relacionará nuestra marca, es un vehículo idóneo para reforzar el storytelling que habremos construído previamente. 

5.4 Minimalismo y Vintage

Como hemos visto, el diseño se adapta a las modas. Sin embargo, la moda es cíclica el minimalismo ha vuelto a estar en boga. Esta  tendencia es perfecta para la reducción de materiales necesaria de cara a la sostenibilidad. Solo lo justo y necesario en cuanto a  proceso, materiales, contenido y logística, consiguiendo así un packaging verde.

Además, hemos visto también en el 2022 que el vintage también está de moda en todas partes, también en el packaging. Lo vemos en la gama cromática, los materiales y los diseños simples y naturales. Un ejemplo serían las tazas de Starbucks que imitan las tradicionales de hace años, con el fin de convertir la imagen de marca en un elemento de culto. Con esta estrategia lo que se consigue es transmitir los valores de la marca y consolidarlos.

5.5 El uso del color

Para lograr esa eficacia y rapidez en la venta se usan colores muy llamativos, fuertes y vivos que transmitan calidad y alegría destacando así nuestro producto del resto. Se está experimentando incluso con materiales reflectantes.

 

5.6 Las texturas e ilustraciones

Sin duda, son las protagonistas este año. Siguiendo esa premisa de personalización y de llegar a cada consumidor final, las formas y las ilustraciones hablan al consumidor, empatizan con él consiguiendo una venta más rápida y efectiva. El tacto es un sentido que puede enfatizar la fuerza de algunos valores cuando se trabaja correctamente. Al consumidor, aún cuando la era tectnológica está en crecimiento exponencial, le gusta tocar los productos, cogerlos con la mano y sentir lo que les transmiten. Aprovechémoslo para potenciar la comunicación de nuestra marca.

Bolsa de papel color rosa marca Gucci
Vaso de café de Starbucks

6. Materiales biodegradables actuales

Un  material es biodegradable cuando es capaz de descomponerse en los elementos químicos que lo conforman gracias a la acción de agentes biológicos externos y condiciones climáticas diversas en un tiempo determinado muy inferior al de los plásticos convencionales. El plazo es muy variable, pero suele oscilar entre los 6 y 34 meses. 

Si tu objetivo es conseguir un packaging verde, presta atención a todos los materiales que a continuación te enumeramos porque serán los que tendrás que usar para lograrlo. 

Vaso de café de Illy
Envases de tubo de cartón

6.1 Bioplásticos

Se fabrican a partir de vegetales como la soja, el maíz o la fécula de patata. Este material es transparente y de fácil descomposición, menos contaminantes y 100% biodegradables. El único inconveniente es que no soportan altas temperaturas así que se recomiendan para productos fríos.

6.2 Caña de azúcar

Otra opción de envase biodegradable que puedes encontrar en cajas de jabones sólidos es la caña de azúcar. Para fabricar este producto las fibras de caña de azúcar se secan, se trituran y se mezclan con otras sustancias biodegradables. Es compostable y resiste altas temperaturas.

 6.3 Cartón Kraft

Este material  proviene de fibra de celulosa de especies vegetales, es un material que genera un mínimo impacto ambiental muy resistente y grueso (kraft significa resistente en alemán). Es ideal para envases take away. Suele ser de color madera, aunque también podemos encontrarlo de color blanco o negro si ha pasado por procesos que le aportan otra tonalidad. Otros envases que se componen de celulosa y son biodegradables son las bandejas hechas de hoja de palma muy útiles en la industria alimentaria.