Saber qué tipo de plano elegir para según qué contenido vamos a grabar es clave de cara a poder llegar mejor al que quiera vernos. Lo mismo ocurre cuando no sabemos qué objetivo utilizar o cuando no sabemos qué formato llevar a cabo. Necesitamos tener claro qué queremos transmitir o cómo queremos llegar al espectador para que, en función de eso, podamos cumplir el objetivo (o no). 

Hoy vamos a indagar un poco más en todo lo que es el lenguaje narrativo de la imagen. Porque el lenguaje narrativo no es sólo ver qué nos quieren contar, también es el tocar con la parte psicológica del espectador cuando apostamos por una técnica fotográfica u otra.

Aprender sobre composición fotográfica hará que mejoremos nuestra técnica como generadores de contenido. Y es que nunca está de más refrescar estos contenidos a todos aquellos que, por H o por B, siempre perdemos un poco el norte cuando vemos tantas cosas por internet (u otros medios) y no sabemos muy bien a qué adecuarnos.

Cada tipo de plano que vamos a encontrarnos tiene un uso. No podemos comparar el fin que tiene un plano general a un plano detalle, del mismo modo que no podemos equiparar el uso que le demos a un objetivo gran angular a otro de tipo teleobjetivo.

Las diferenciaciones están por algo y vamos a pasar un pequeño rato explicando qué tipos de planos hay y qué utilidad suelen llevar cada uno de ellos. Antes de todo eso vamos a explicar diferentes conceptos básicos que son de especial utilidad a la hora de entender otros aspectos.

1. Conceptos básicos

Antes de saber qué plano elegir para cuando vamos a llevar adelante nuestras fotos o vídeos, vamos a analizar a concretar diferentes elementos que lo componen:

Sujeto: No, no es el sujeto y predicado que has escuchado toooooda la vida. En lenguaje audiovisual entendemos como sujeto a aquel elemento principal del plano y que, generalmente, suele estar más cercano a la cámara.

Es el elemento que tiene más importancia narrativa con respecto al resto de elementos y este no tiene por qué ser un individuo sino un grupo de personas. Del mismo modo que no tiene por qué ser un ser humano.

Fondo: Suponemos que es fácil de interpretar cuál es el fondo en cualquier imagen que se te venga a la mente. Eso es, es la parte que acompaña al sujeto dentro del plano y el elemento más lejano a la cámara.

Los fondos son aquellos elementos distintivos de la imagen que sirven, principalmente, para localizar al sujeto en una escena y, de paso, darnos más información sobre el entorno donde nos encontramos.

A nivel personal, uno de los aspectos más bonitos de la imagen es  determinar cómo de importante es el fondo en nuestras grabaciones y, con ello, tomar las decisiones técnicas correspondientes. ¿Nuestro fondo nos está contando algo? ¿quiero que sea genérico? ¿quiero que pasen cosas?…esas son las preguntas que, como técnicos, deberíamos hacernos siempre que vamos con la cámara en ristre.

¡Seguimos para bingo!

Cuadro: No, no es el Dalí que tienes en la habitación desde la que nos lees. Aquí entendemos como cuadro a todo el ancho y alto del fotograma que estamos viendo. El concepto de «encuadrar» viene, precisamente, de introducir dentro del cuadro el elemento en cuestión que queramos incluir.

Es importantísimo diferenciar «encuadrar» de «enfocar». Mientras que el primero hace relación a la integración de los elementos en un cuadro, el segundo hace relación a «tener en foco» los elementos en un cuadro. Un elemento puede estar desenfocado pero encuadrado, un elemento que no está encuadrado no puede estar ni enfocado ni desenfocado dado que no existe dentro del cuadro de la imagen.

Plano: Tampoco. Tampoco es el estado emocional en el que nos encontramos mientras leemos este artículo. Entendemos como plano a la composición de todos los elementos del cuadro en función de la escala de los mismos con respecto a la totalidad del cuadro.

Dependiendo de cómo ajustemos la escala del sujeto con respecto al cuadro hace que nos encontremos con un tipo de plano totalmente diferente.  

Una vez que tenemos en claro todos estos conceptos ya estamos en condiciones para ponernos nuestras gafas de pasta, ver películas y empezar a diferenciar planos. Diferenciaremos tres grandes familias de planos: Planos generales, planos medios y planos cortos

2. Planos generales

Si no sabemos qué plano elegir para nuestras grabaciones y quieres barajar la posibilidad de grabar un plano general empiezas por el buen camino si quieres localizar al espectador. Entendemos como planos generales a aquel tipo de plano en donde se busca representar la mayor cantidad de campo visual posible. Queremos representar el espacio en el que nos encontramos, lo pequeños que somos ante un mundo en constante movimiento y una información extra para el lugar donde se desarrolla la acción. Aquí, el uso de los objetivos angulares y un mayor ángulo de visión son claves de cara a aumentar la sensación de inmensidad del espacio ante nuestros ojos.

Podemos hablar de cuatro tipos de planos generales.

Plano general largo

Plano general largo: Nos ofrece una visión general de un paisaje, espacio o multitud donde se desarrolla la acción.

Sirve para darle predominancia al fondo sobre el sujeto. El fondo sitúa al personaje, enfatiza el movimiento de este y, de paso, nos transmite la idea de lo pequeño que somos ante un mundo inabarcable.

En más de alguna ocasión escucharás que a este tipo de planos se les denomina también como generalísimos o «planos Franco» (si bien te recomendamos que no le sigas la bromita al pizpireta que lo haya dicho por las conversaciones que le pueden acompañar).

 

Plano general corto: El sujeto (o sujetos) ya ocupa un tercio de la altura del plano y permite mostrar la integración de este sobre el escenario.

Sirve para enfatizar la expresión global o corporal del personaje sin perder la ubicación del sujeto en la escena. También sirven para mentalizarnos del bajo nivel de nuestra producción y empezar a creernos que ni tú eres Arwen, ni yo soy Aragorn, ni esto es Rivendel.

Plano general corto

Plano conjunto

Plano conjunto: Tres cuartas partes de la altura del plano ya son ocupadas por parte del sujeto. Este tipo de planos hacen mención directa a unos bordes de la imagen que están marcados por los límites naturales de un grupo de personajes.

La utilidad básica de este tipo de planos es el representar a un grupo, darles el mismo tipo de importancia visual, reflejar su unidad y encuadrar a los sujetos de una forma algo más natural.

Los sitios más evidentes donde solemos ver este tipo de planos suelen ser en eventos deportivos de carácter internacional y queremos recalcar al grupo de personas que lo van a componer. ¿O es que nunca te has parado a ver la foto inicial de los equipos de fútbol antes de la final de un Mundial?

Plano entero: Los pies y la cabeza del sujeto limitan prácticamente con los bordes de la imagen, dando al sujeto el peso visual casi completo sobre el cuadro.

Se usa para un sólo sujeto y sirve para enfatizar, aún más, la acción de este sobre un entorno. 

Plano entero

3. Planos medios

Estamos yendo más allá y, a la hora de saber qué plano elegir en nuestras grabaciones, hemos pasado a empezar a darle más relevancia al sujeto que tenemos enfrente. En los siguientes tipos de planos el sujeto empieza a ganar en protagonismo sobre el fondo. Se empieza a prestar más atención a la expresión corporal y los sujetos empiezan a estar más asentados en un fondo que, simplemente, acompaña. A no ser que estés situando a tu personaje en un fondo que sea una zorrera (momento en el cual tendrás que empezar a valorar qué es lo realmente importante en la grabación).

Entendemos como plano medio a aquel tipo de plano en el cual el sujeto está incompleto por la parte inferior del cuadro. Son un tipo de planos lo suficientemente cerrados como para captar la expresión facial del sujeto y lo suficientemente abiertos como para poder evaluar la expresión corporal de, por ejemplo, las manos.

Diferenciamos tres tipos de planos medios:

Plano americano

Plano americano: No cantes esa canción de Pa Panamericano. Aquí hablamos de un plano medio en donde el corte inferior se hace, aproximadamente, a la altura de las rodillas. Más o menos como lo hacen cuando quieres que te miren el corto del pantalón.

Este tipo de planos nos permite observar las acciones físicas de los personajes desde los muslos hasta la cabeza. Esto posibilita observar los rasgos del sujeto perfectamente así como poder observar otras acciones que se realicen con las manos (seamos serios y no seas guarro, por favor).

El origen de este tipo de plano viene, como te habrás imaginado, del spaghetti western. En este tipo de cine es de principal importancia ver la altura de las manos y poder representar rápidamente el arma. De ahí que la relevancia visual de estos elementos sea mayor y que se tomen medidas al respecto.

Plano medio: Propiamente dicho, se llama así al plano que está realizado a partir de la altura de la cintura y diferenciarlo de alguna forma con un plano un poco más abierto como lo es el plano americano.

Al ser un poco más cerrado que el plano anterior, con el plano medio incrementamos la atención en la expresión del sujeto y en sus reacciones en detrimento de la acción.

Podríamos decir perfectamente que este tipo de planos suelen ser los más comunes en todo el espectro audiovisual, si bien también son el tiro a tabla que todo técnico realiza con el fin de no ahondar más en lo que quiere contar.

Intentemos apostar más por lo que queremos contar y veamos otras posibilidades antes de apostar por un plano tan visto.

Plano medio

Plano medio corto

Plano medio corto: El corte inferior del plano viene a la altura del busto. Permite apreciar con mayor claridad la expresión del personaje aunque conservando una distancia respetuosa.

Se centra en la expresión facial y aquí ya estamos buscando un gesto, una reacción, etc. que nos haga vacilar ante lo que estamos viendo en pantalla. Los fondos desenfocados y los sujetos enfocados pasan a tener una importancia vital ya que el sujeto es el, valga la redundancia, protagonista principal del plano.

4. Planos cortos

Es el tipo de artículo que me esperaba cuando estaba escribiendo, pero uno se calienta y al final tiene que soltar lo que lleva dentro. Aquí, si has estado dudando sobre qué plano elegir, ya estás convirtiéndote en Stanley Kubrick y estás empezando a valorar los detalles del sujeto para que este tenga una relevancia que antes no tenía en tu grabación. Entendemos como plano corto a aquel tipo de plano en el cual el sujeto ya es el eje fundamental del encuadre y toma todo el peso visual del encuadre. Este tipo de plano nos pone en contacto con el personaje, buscando que nos identifiquemos con él, sintamos su proximidad y sus problemas. Generalmente hablamos solamente de sus problemas, del salario tendrás que hablar con RRHH.

Diferenciamos tres tipos de planos cortos:

Primer plano

Primer plano: Representa la cabeza y parte de los hombros de la figura humana siendo estos el elemento diferenciador de los planos que acompañan a esta sección. Ya nos sitúa a una distancia de intimidad con el personaje porque le vemos sólo el rostro, estamos pendientes de sus reacciones o de sus pensamientos. De hecho, si te fijas, ahora mismo El Joker está más pendiente de lo que estoy escribiendo que yo mismo.

Por tanto, y para que no cante mucho mi lenguaje, lo entenderemos como el plano expresivo por excelencia y nos permite acceder al estado emocional del personaje

Primerísimo primer plano: Es el plano por el que suele apostar el cámara cuando estás medio bolinga del último cancaneo que has tenido con los amigos. Aquí la relevancia de la cabeza del sujeto es absoluta ya que es la que marca los límites del cuadro. Recoge principalmente la expresión de ojos y boca.

Al estar más cerca de la cara de cualquier persona empatizamos más con lo que ésta siente o padece. Un primerísimo primer plano busca eso: causar la mayor conexión posible entre el sujeto y el espectador.

Sobra decir que deberías empezar a desconfiar del que haya decidido tomarte un plano así de buenas a primeras…  

Primerísimo primer plano

Plano detalle

Plano detalle: Es el plano que se suele tomar cuando algo gordo ha pasado y hay que echar las culpas sobre alguien que no seas tú. Se emplea esta denominación a un sujeto que ha pasado a ser protagonista absoluto del plano, invadiendo, incluso, los límites del plano.

Este tipo de plano trata de acortar o encuadrar detalles de la realidad que tienen un significado. Un anillo para gobernarlos a todos, un ojo que ha dejado de parpadear, una alcantarilla que se lleva un billete de 500 euros, etc. así hasta el infinito.

Sobra decir que el abuso de este tipo de planos puede confundir al que esté viendo lo que hayamos grabado. Podemos entender que la boda de Raúl con Patricia sea el momento más emocionante de sus vidas y que hay que grabar muchos planos con los anillos, pero también debemos de comprender que a mayor variedad de planos, mayor riqueza audiovisual tendrá nuestra creación

5. Porque viendo se aprende

Tienes claro qué plano elegir para tu próximo contenido y ya estás con todo preparado….¡quieto, tigre!. Una vez que tenemos clara esta distinción de todos los tipos de planos habidos y por haber, falta lo más importante: Seguir aprendiendo.

Porque el mundo sigue moviéndose y sigue presentándonos ante nuestros ojos nuevas formas de representar al mismo. Del mismo modo que alguien hace 20 años era quemado en una hoguera por grabar en vertical y ahora es el formato más común entre los instagramers, también debemos de pensar que todo lo que está por llegar será diferente a lo que vemos actualmente.

Como técnicos estamos obligados a actualizarnos, ver lo que se lleva y ver hasta qué punto podemos actualizar nuestros conocimientos a lo que está por venir. Y una forma de actualizarnos es, precisamente, viendo cine, series o vídeos de ese creador de contenido que nos llama la atención.

Por tanto, desde Pavo Mengano siempre os recomendaremos que veas todo el contenido audiovisual posible. Ya no sólo porque sirve para desconectar un poco del mundo que vivimos, también porque, insconcientemente, vamos aprendiendo nuevas formas de grabar, nuevas formas de iluminar e, incluso, nuevas formas de contar historias.

Porque, quizás, vivimos en este mundo para contar historias.

 

Fotogramas originales de las películas correspondientes