¿Sabes elegir el formato correcto de tus fotos cuando estás publicando en tus redes sociales? La necesidad de“hacer fotos a lo loco” sin pensar en qué es lo que queremos es un problema. Ya no sólo porque generalmente no tenemos claro qué es lo importante o lo que no, sino porque, además, giramos y giramos el dispositivo para ver qué encuadre es el adecuado en base a lo que queremos fotografiar sin pensar en las salidas que le vayamos a dar a esa foto.
En este artículo queremos explicar la problemática de los formatos que existen y aclarar cuál es el más adecuado para cuando os lancéis a hacer vuestras fotografías y, de paso, mejorar nuestra técnica fotográfica…¡tres pájaros de un tiro!
Apunte importante: Que quede claro que este no es un tutorial para saber qué resoluciones maneja Instagram, Facebook, LinkedIn, etc. Las resoluciones de todas estas redes sociales cambian constantemente y creemos que es más adecuado hablar de aspectos más generales que influyen más en el contenido que vayamos a sacar.
1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS FORMATOS
Esta forma de trabajar se ha mantenido desde entonces hasta la actualidad, ya que, como se suele decir en el argot, de nada sirve una imagen con una buena toma si luego nos la encontramos movida (trepidada) o desenfocada.
Además, el “ya” y el “ahora” han marcado el paso de la fotografía con dispositivos móviles con respecto a las cámaras de fotos y es algo que no se puede obviar. Esto nos ha llevado a valorar más la exclusividad del momento que analizar la calidad y futuro uso de la foto antes de apretar el botón. Ambos conceptos, la exclusividad del momento y la calidad de la foto, han ido acortando sus distancias en los últimos años gracias a que, desde las redes sociales, se nos insta a tener fotos de momentos únicos con una calidad de la foto cada vez mayor.
Dada la búsqueda de esa mayor calidad a día de hoy nos encontramos con muchos fotógrafos noveles que quieren investigar qué composición es la adecuada según la red social en la que vayan a publicar. ¿Nos imaginamos una situación parecida a cuando recién nacía Tuenti o Facebook? No, ¿verdad?. Está claro que en la actualidad hay mucha más concienciación de que nuestras fotos han de ser optimizadas y que gran parte de ese trabajo pasa por reflexionar qué contenido vamos a sacar, a qué dispositivos y, sobre todo, cómo queremos que se vea ese contenido.
2. TIPOS DE FORMATO DE UNA FOTOGRAFÍA
A continuación vamos analizar los tres formatos universales que podrás elegir cuando vas a relizar una fotografía. Cada uno se presenta como idóneo para determinadas fotografías, con sus ventajas y desventajas. La decisión final dependerá de cada circunstancia y, como verás, no hay una única respuesta posible.

FORMATO HORIZONTAL
Este formato es aquel cuyo ancho es superior al alto de la imagen. Este formato sirve de especial utilidad para el contenido cuyo fin es poder visualizar el mayor espacio posible de lo que queremos fotografiar.
Por ejemplo, si nosotros queremos enseñar a nuestro público la inmensidad de un horizonte, la única salida posible es empezar por utilizar un formato horizontal que da más información sobre esa ubicación.
Apostar por un formato vertical haría que perdiéramos una serie de detalles que pueden que echen por tierra todo ese trabajo a la hora de querer contar anécdotas de un lugar. Si, además, incluímos la limitación del número de fotografías por publicación de la red social, seremos conscientes de que más vale optimizar el espacio que nos dan estas aplicaciones para poder mandar el mensaje que queremos contar.
La principal desventaja que tienen estos formatos en RRSS es el hecho de que el usuario medio de redes sociales suele utilizar el móvil para ver su contenido, por lo que usar el formato horizontal hace que el usuario vea poca imagen en relación a la competencia cuando nos desplazamos por el feed de una de red social. Por otro lado, provoca que tenga que girar el dispositivo para ver la imagen en pantalla completa en su móvil, algo que no todos acabamos haciendo.
Pero también está su contrapartida: está la ernome ventaja para aquellos usuarios que usan un monitor o en un televisor, con formato adaptado. Un contenido grabado en formato horizontal no sólo mejorará nuestra imagen como creadores sino que, además, permitirá una mayor calidad de nuestro contenido al haber apostado por un formato concreto más allá de lo que nos digan los agentes externos.
FORMATO CUADRADO (1:1)
Nos referimos a aquel formato cuyo ancho es idéntico al alto de la imagen.
Este formato (muy establecido en RRSS), es el recomendable para el usuario que no tiene muy claro qué contenido genera a lo largo de la semana y quiere curarse en salud. Podríamos decir es que con el que nunca fallas pero que al mismo tiempo para determinadas composiciones se queda corto. Es muy lógico pensar que lo más cómodo puede ser apostar por un formato que funciona bien para todo el contenido que quieras sacar (ubicaciones, retratos, producto, etc.) antes que comernos la cabeza sobre qué composición voy a utilizar X semana.
Sin embargo, es precisamente la amplia versatilidad que tienen su principal desventaja, porque en fotos que están pidiendo a grito un formato vertical u horizontal el impacto que generan es muy bajo. Es por eso que esta opción debe de varlorarse mucho si lo que se busca es generar impacto por la calidad de tus fotografías.

FORMATO VERTICAL

Se trata del formato donde el alto es superior al ancho de la imagen. Este tipo de formatos están muy establecidos (e incluso recomendados) por redes sociales como TikTok. Y tienen esta posición tan favorable en estas redes sociales porque en el contenido tipo de estas publicaciones aparece una persona sin importar el fondo.
Lógicamente, al tener una mayor presencia de los elementos verticales en la imagen, su correspondencia fotográfica pasa por utilizar un formato vertical. No tiene sentido que salga yo bailando en el formato horizontal y se me corte el cuerpo a la altura de las rodillas, o que grabe un vídeo de lo que me ha parecido la última película de Tadeo Jones y gane más protagonismo la zorrera que tengo en mi casa que yo mismo.
Además, es importante prestar atención al tamaño de la pantalla. Un formato vertical ocupa más espacio dentro de la pantalla del usuario que arrastra y arrastra por el feed de determinadas redes sociales, por lo que es muy lógico pensar que si quiero que más gente vea mi contenido apueste por un formato vertical donde un usuario pase 0,2 segundos más que en otro horizontal.
3. ELEGIR EL FORMATO CORRECTO DE TUS FOTOS
Más allá de qué formato es el recomendable, deberíamos empezar por analizar qué contenido vamos a generar normalmente y, en base a eso, empezar a decidir qué formato tomar. Hoy día todos los dispositivos con capacidad para realizar fotografías permiten multitud de formatos con todo tipo de nomenclaturas. En tu móvil puedes seleccionar un sinfín de formatos: 1:1, 4:3, 16:9, 4:5, 16:10 y posiblemente haya llegado a tus oídos el “apaisado”, el “tumbado”, el “recto” y así hasta el infinito.
Todo se resume en tener clara la salida que quieras dar a tu fotografía antes de hacer cualquier foto. Tener en cuenta los elementos que quieres que salgan en la fotografía te hará pensar cuál es la composición más adecuada, y así evaluar qué formato es el idóneo para que pierdas la menor cantidad de información posible. Vamos a dar varios ejemplos que te pueden a ayudar a elegir el formato correcto de tus fotos.
Para una foto de grupo, nuestra recomendación es que apuestes por un formato horizontal que haga que todos los elementos de ese grupo estén dentro de la imagen y que ninguno salga cortado.
Es cierto que puedes utilizar el formato vertical utilizando ópticas más angulares (ya hablaremos de esto más adelante), pero también es cierto que lo que buscamos en un retrato es no deformar el aspecto físico de la persona. De ahí que apostemos por otro tipo de encuadre antes que modificar el cuerpo del sujeto o sujetos. Incluso podemos apostar por un formato cuadrado (dependiendo de cómo de grande sea el grupo).


La cosa cambia si quieres hacer el retrato de una única persona, por poner otro ejemplo. Una persona no deja de ser una línea vertical en un fondo, y el tener una línea vertical delante de nosotros, no deja de ser una llamada a probar por formatos verticales. De paso, como hemos mencionado, podemos hacer que la imagen del sujeto tenga más peso en la foto que el resto de información que veamos, lo que la hace idónea para hacer un directo desde nuestra red social preferida.
Si lo que queremos es hacer una fotografía de la ciudad desde un punto elevado, nuestra intención será sacar la mayor cantidad de elementos posibles, reflejar la inmensidad de la ciudad y expresar lo abrumador que es la vista, ¿no?. Decantémonos entonces por un formato horizontal que nos permita no perder ningún detalle de todo lo que tenemos delante y hacer que eso que queremos contar destaque sobre el resto.
Ahora bien, si lo que vas a fotografiar son productos, además de seguir estas directrices, puedes ampliar información sobre los 4 pasos para hacer fotografía de producto con éxito 4 pasos para hacer fotografía de producto con éxito.
4. LÍNEAS IMAGINARIAS Y OTROS TRUCOS
Por ejemplo, si en una imagen creemos que hay 4 líneas verticales con una cierta importancia frente a 2 horizontales, la opción del formato vertical parece que sería la más adecuada. Lo mismo pasaría a la inversa si, por otro lado, tenemos 3 líneas horizontales frente a 3 líneas verticales que, en cuanto a tamaño/relevancia, son más pequeñas que las horizontales.
Otra opción complementaria al trazado de líneas pasa por activar la rejilla/cuadrícula en nuestro dispositivo. Haciendo eso no sólo mejoraremos nuestra composición fotográfica con la regla de los tercios sino que, además, seremos más conscientes de la importancia de todas las líneas presentes en nuestro encuadre.
Como veréis todo se basa en considerar qué queremos contar, qué elementos son los importantes en nuestra fotografía y, con eso, tomar las acciones que le acompañan.



5. CONCLUSIÓN
Os animamos a probar y a experimentar con todos los formatos que hay, pero nunca perdáis el norte de cuál es el camino recomendable para no sacar conclusiones precipitadas de un contenido que lo mismo es más válido en un formato que en otro.