La composición es uno de los aspectos más importantes en la fotografía. Es la clave para crear imágenes visualmente impactantes y cautivadoras.

Con una comprensión adecuada de los fundamentos de la composición fotográfica, puedes transformar una fotografía promedio en una obra maestra. Aunque tampoco vamos a pretender hacer obras maestras sino, simplemente, mejorar nuestra técnica y sacar todo el potencial que llevamos dentro.

En este artículo, exploraremos los elementos básicos de la composición y cómo puedes aplicarlos para mejorar tus habilidades fotográficas:

1. ¿Qué entendemos por «composición»?

En primer lugar, antes de saber cómo mejorar nuestra composición y así hacer fotografías de calidad, vamos a definir qué es la composición fotográfica.

Entendemos como composición fotográfica a la ordenación de los diferentes elementos que tenemos en la imagen con tal de que estos ganen en presencia en la imagen.

Aquí está bien hacer un alto en el camino y aprender a diferenciar varios conceptos.

Por un lado tenemos el concepto de «componer», por otro lado tenemos el de «encuadrar» y, finalmente, tenemos el de «enfocar».

Esta matización, que para algunos puede resultar una chorrada, es uno de los errores más típicos cuando comenzamos en el sector.

Cuando hablamos de componer hablamos de una ordenación estética y meditada de los elementos de la imagen. Haciendo mención a encuadrar hacemos relación a, simplemente, incluir los elementos en el visor.

Además, otro de los errores habituales es confundir «encuadrar» con «enfocar». Mientras que encuadrar es incluir los elementos en el cuadro de la imagen, enfocar consiste en únicamente «poner en foco» los elementos de la imagen de tal forma que estos no salgan desenfocados.

Por lo tanto, conviene diferenciar estas expresiones. No será la primera vez – ni será la última- en la que un cliente nos especifica «enfocar» un elemento de la imagen cuando realmente lo que quiere decir es «encuadrar».

A continuación, mencionamos las más relevantes que leerás entre un océano de posibilidades para poder conseguir hacer esas imágenes visualmente cautivadoras.

2. La regla de los tercios

Posiblemente, si has querido investigar por tu cuenta cómo mejorar tu composición para conseguir hacer mejores fotos, te habrás encontrado con la regla de los tercios en algún momento. Esta regla es uno de los principios más conocidos de la composición fotográfica.

Consiste en dividir la imagen en nueve secciones iguales mediante dos líneas horizontales y dos líneas verticales.

En este sentido, al colocar los elementos principales de tu fotografía a lo largo de estas líneas o en los puntos de intersección, lograrás un equilibrio visual y harás que la imagen sea más atractiva.

Asimismo, cabe destacar la especial ayuda que tienen todos los dispositivos donde hacemos fotos hoy día. Todos tienen la posibilidad de añadir la rejilla y de empezar a mejorar nuestra composición fotográfica con esta primera regla.

Por esta razón, mira esta posibilidad como una forma de mejorar tu técnica como fotógrafo y saber bien a qué normas regirte a partir de ahora.

 

3. Uso del espacio negativo

Otra de las opciones para empezar a conseguir impactar con nuestras fotografías es el trabajar bien el uso del espacio negativo. Entendemos como espacio negativo al espacio que se refiere al área vacía alrededor del sujeto principal en una fotografía.

Aunque puede parecer contraintuitivo, el espacio negativo es esencial para crear una composición equilibrada. Permite que el sujeto respire y se destaque, creando una sensación de armonía y tranquilidad en la imagen.

Resulta curioso como, a veces, lo que nosotros podemos entender como el espacio negativo de una imagen, puede resultar el tener que darle más importancia que al sujeto. Vamos a analizar el ejemplo que ponemos en este apartado.

Al principio, podemos pensar que el cielo es el sujeto de la imagen. Pero, si analizamos la composición, veremos que el faro entra en conflicto con el cielo al estar localizado en un tercio inferior derecho de la imagen.

En conclusión, el tener ese conflicto entre saber cuál es el sujeto en la imagen es una señal inequívoca de que se ha trabajado bien el espacio negativo.

4. Líneas y perspectiva

Las líneas pueden ser poderosas herramientas compositivas si queremos llamar la atención con nuestras fotos. Pueden guiar al espectador a través de la imagen y enfatizar la profundidad y la perspectiva.

Experimenta con líneas diagonales, verticales u horizontales para crear dinamismo y estructura en tus fotografías. Las líneas convergentes, como las de un camino o un río, pueden ayudar a dirigir la mirada hacia el punto focal de la imagen.

No te conformes con la altura de tus ojos; explora diferentes ángulos y perspectivas.

Agáchate, sube a un lugar elevado o prueba tomas desde un ángulo inusual. Al cambiar el punto de vista, tenemos la posibilidad de dar ese punto de vista que, quizás, alguien aún no había probado.

Sé curioso, mantente despierto cuando haces fotografías.

5. Equilibrio y simetría

El equilibrio es esencial para una composición armoniosa. Puedes lograrlo distribuyendo visualmente el peso de los elementos en la imagen. Si tienes un objeto grande y dominante en un lado, equilíbralo con uno o varios objetos más pequeños en el otro lado.

Son varios principios claves si quieres conseguir mejorar tu composición fotográfica y llamar la atención con tu trabajo.

La simetría también puede ser una técnica efectiva para crear equilibrio y atraer la atención del espectador.

Siguiendo esta línea de pensamiento, y siendo muy perfeccionistas, lo cierto es que a todo el mundo le llama la atención unas líneas perfectas que hagan un conjunto.

Nos hace ser partícipes de que hay perfección en el mundo y que somos nosotros los que tenemos que estar atentos en encontrarla.

6. El papel de la luz

La luz es un componente crucial en la composición fotográfica. Aprende a observar cómo la luz interactúa con tu sujeto y cómo puede influir en la atmósfera y la sensación de la imagen.

Por ende, juega con las sombras y los reflejos para agregar profundidad y dimensión a tus fotografías. Explora el mundo de los contraluces para que las formas ganen en presencia.

Prueba a moverte cuando haces una fotografía y ver cómo incide la luz para ver qué sombras tienes y qué te aportan.

En conclusión, muévete, prueba cosas nuevas y experimenta con la luz.

Finalmente, recuerda que la composición fotográfica es un proceso creativo en constante evolución. A medida que explores y practiques estos fundamentos, desarrollarás tu propio estilo y enfoque personal.

Sigue experimentando, capturando momentos memorables y compartiendo tus historias a través de imágenes que hablen por sí solas.